No hay nada que un BL no pueda mejorar

Miraba desde mi puesto hacía abajo, sonriendo, las parejas iban de aquí para allá. No me molesta su felicidad, es más la encuentro curiosa porque yo no tengo mucha relación con ella, pero mientras más las veo, más pienso... Para cada ser existe otro, de modo que tus demonios y sus demonios pueden vivir juntos. Bueno, para cada ser que no sea yo....porque mis demonios son una cosa demasiado extraña. Pero mientras mis demonios me sigan impulsando al mañana, no importa si encuentre otros que sean su pieza del rompecabezas.

Me encontré corriendo, desesperadamente en tu dirección, sólo me basto tu voz en llanto y yo me dirigí sin miedo a tu encuentro. No me importó lo peligroso que fuera, no quería que estuvieras sola en ese momento, iría hacia ti sin dudarlo. "No llores..." Pensaba  "No llores en soledad. Pronto estaré ahí" Estaba lloviendo, no me importó. Toque varias veces la puerta, hasta que saliste, vestida en un pijama, pelo desordenado y llorando. Yo estaba mojado, te abracé. - Estoy aquí...- - Eres un tonto...- Musitaron tus labios temblorosos - Eres un tonto...por venir - Su corazón latía fuerte - Por favor jamás me dejes, tonto -  Sonreí mientras lloraba más fuerte, jamás la dejaré sola, si esta sola en su batalla yo seré su único soldado en pie, dispuesto a morir antes que ella. Si estuviéramos en un clima helado le daría mi abrigo. Si estuviéramos en plena oscuridad yo le daría mi luz. Por su sonrisa, yo simplemente haría lo que fuera. Si yo fuera...si ella

Ayer me puse a ver el caso de Yokozawa, por enésima vez. Miraba todo lo que paso y sonreía al recordar pasajes de mi vida. Luego me dieron unas ganas enormes de verla con alguien. Disfrutar de buen yaoi con alguien que lo perciba de una forma tan formidable y entera como yo. Me dormí pensando en eso, y al despertar tenía la extraña sensación de haber dormido con alguien abrazándole, fue una bonita forma de despertar, pero extrañaba a esa persona invisible que supuestamente estaba abrazando.

"Me temblaban las manos, pero tras el primer grito ya no pude detenerme, había tomado la decisión. Uno tras otro caían mientras la sangre besaba el suelo ¿Qué más podía importar lo demás?" El golpe del libro sobre el pupitre de Peter lo despertó de golpe, la mirada de superioridad de su profesora y las risitas de sus compañeros no hicieron más que sacarlo de manera desagradable de su sueño. Frunció el ceño y solo bajo la cabeza para escuchar sin escuchar la lesión de hoy ¿Quién podría culparlo de querer tomar un arma y matarlos a todos? ¿Quién podría culparlo de pensar en beberse una botella hasta olvidar que su madre lloraba la partida de su padre y que él estaba con una mujer que podría ser su hermana mayor? Miro al pizarrón intentando guiar su mente a algo productivo, o por lo menos hacer que prestaba atención mientras su imaginación volaba. Era uno de esos viernes que no valían la pena. No valía ni estar dentro de esas paredes, pero era un lugar en donde podría perder e