Llevaban dos meses ya en el barco. Había presenciado saqueos, pero lo que más le había sorprendido y se había sorprendido a si mismo, era cuando el capitán lo cogía. No era rudo, no era tierno, Lev, simplemente era un agujero...en el que el viejo ni si quiera eyaculaba. No lo miraba y jamás lo cogía de frente. Era una vez por semana que lo tomaba como quien se sienta a comer apurado por el poco tiempo. Lo daba vuelta, le levantaba el trasero, lo penetraba, lo embestía por unos minutos y antes soltar su semen, sacaba su miembro y se venía sobre el piso. Extrañamente el dosel sentía que era lo mejor que le pudo haber tocado, lo mejor sino fuera porque el segundo al mando, uno de los tres embarcados con los que podía hablar (el capitán y Eziel), se pasaba mañana por medio algo mojado de sudor y quien sabe que más...mostrando su torso semi desnudo en los aposentos del capitan. Lev empezaba a odiar eso y lo que le venía al pecho al verlo, tanto...que había memorizado sus pisadas. Por ot