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Mostrando entradas de octubre, 2015

Violación - Pilar Quintana

Con la señora a duras penas si conseguía una erección que le permitía penetrarla. Era ahí cuando empezaba el verdadero martirio porque nunca alcanzaba la excitación suficiente para venirse. Horas y horas de darle a ese cuerpo de carne abundante y floja que aullaba debajo de él. Si la oscuridad era absoluta y la tocaba lo menos posible, podía imaginarse que la señora era la niña. Entonces se venía al instante. La niña sí le producía erecciones como debían ser. Le bastaba con verla salir de la ducha envuelta en su toallita blanca o paseándose por la sala con su pijama de pantalón corto y blusa de tiras. Vivía con ellas desde que la niña tenía siete años. Ahora tenía trece y le decía papá. Los senos ya le estaban brotando. Pero la regla todavía no le había llegado. Si lo hubiera hecho, la señora se lo hubiera contado. Además las únicas toallas higiénicas que aparecían en la papelera del baño eran las que descartaba la señora cuando estaba en esos días. Se moría de ganas por saber si

¿Qué paso con tus amigos?

Fue como la fruta, algunos maduramos, dejamos el pasado donde se debe y rescatamos las buenas enseñanzas y seguimos adelante. Los que se quedaron atrás, enrollándose en sus rollos,  esos me dejaron de ver porque creían que conmigo tenían historia pendiente... No es para tanto, pasa en todas partes, por mi ellos saben que pueden venir cuando quieran a visitarme. La puerta siempre ha estado abierta para que entren, pero también para que salgan. Mis amigos son amigos porque se alegran de mis logros como yo de ellos. En la vida hay poco tiempo para andar decaído, por lo que optar por ser feliz es optar por lo sano. Amar es bonito, recordar a quien se amó también, todas son experiencias bonitas e irrepetibles...no hay que quedarse pegado en personas que se amó, ni andar buscando quien amar...solo vivir el segundo a segundo. Eso ayudará a ser feliz a cualquiera. 

La visita de wonder

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Era una de esas fechas en que Roja salia de Nightland para ir a Wonderland, y así fue como el salto en el espejo desprendió de sus ropajes oscuros y rudos unos destellos de brillo. Esta vez al llegar al país noto algo que era muy triste, los jardines estaban descuidados, moribundos, decaídos, se supone que Alice cuidaría de este reino con su joker-rizón. Al llegar al umbral algo apareció, una liebre toda crecida, henchida de orgullo con su pequeño conejo blanco en los brazos, mi sombrerero tenía a su lado a su lirón, bien vigilado que ninguna jota se le acercase lo suficiente para arrebatárselo. La verdad que ir convertida en el capitán Döppleganger no me hizo el ser mas maravilloso, pero bueno, no iba precisamente a representarme de roja de nuevo en estos parajes. A camino raudo fue en dirección hacia donde Alice, la nueva blanca había de reinar. Sigilosamente husmeó los alrededores, del castillo, esperando ver por el rabillo la punta de un zapato. Nada. Al percibir el espa

Como un tipo ebrio

Como un tipo ebrio me gustaría llamarte ahora....qué pasaría? Estarás durmiendo? Qué pasaría si te llamo solo para escuchar tu voz? Como un amante ebrio me gustaría marcarte solo para decir que me acuerdo de ti...

Esa amante perdida

No sé como decirte esto, pero quería escribirte. No puedo escribirtelo directamente, con tu sarcasmo y tu desagrado hacía mi creo que no es algo necesario para ti. Antes cuando tenía tus cartas...amaba tus cartas, pero no estoy a la altura de alguien como tu. Posiciones socioeconómicas diferentes. Ayer soñé que vivíamos juntas, o sea no sé si vivir juntas, era uno de esos fin de semanas en que podíamos despertar la una junto a la otra. Amanecía en el puerto y la luz empezaba a avanzar, como siempre tu despertabas muy bien mientras yo aun quería dormir. Me gustaba abrazarte mientras aun estaba durmiendo, odiaba tu narcisismo que escondía un profundo miedo al rechazo, pero de cierta manera lo adoraba. Me gustaba tu voz cuando gemías, ya que subía unas notas en agudos, me gustaba la curvatura de tu estómago que no era plano, la curvatura de tu nariz a causa de unos lentes usados por años, tu falta de empatía por el daño que le podías hacer a tu amante,  Me gustaba que te preocuparas