Dante x Lawrence: Se revela...

Yume no solía levantarse temprano, pero se sentía más a gusto siendo el quien merodeara en el día sobre año nuevo, ya que si bien la pareja dispareja parecían amigos de nuvo de día, de noche sabía que se fugaban a la cama del otro para dormir. No sabía si había sexo de por medio.

Ambos empezaron a llevar esa vida. Era algo fácil. En el cajón de la cómoda de Lawrence descansaba una bata de dormir parecida a un kimono, regalo de navidad de Dante, mientras que Dante cargaba en su cuello la cadera con una medalla que asimilaba una uñeta para tocar guitarra.

Pero no siempre podían tener a un guardían de la puerta. Por eso que esa mañana....simplemente no supo que hacer cuando la puerta se abrió de par en par.

- Dante....qué haces ahí? -

Kat no entendió como era que su mejor amigo y el rosado estaban abrazados en una misma cama, pero una voz en su cerebro le gritaba que no quería que nadie volviera a salir lastimado otra vez.


- Kat....no es lo que piensas... -

- No sé como pudiste - El sonido de los tacos de las botas de Kat por el pasillo mientras el pelinegro se levantaba de la cama.

- Kat.... - 


- No vayas.... - La mano de Lawrence se aferró a su muñeca, el chico no lo miraba, pero su tono de voz era más que suficiente.

- Tu no entiendes, debo decirle a Kat... -

- ¿Qué?! ¿Qué no nos hemos acostado?....¿Que vienes a mi cama por pena? - Dejo el agarre soltarse poco a poco.


- Lawrence, no... -

Sabía que la decisión era sumamente difícil, pero había que suponer quien podría enfrentar mejor el quedar solo con sus pensamientos. Dante tomó la mano del pelirosa.


- Solo déjame ir a ver que no este muerta....tampoco quieres que ella se enoje, verdad?- La expresión de Dante dejaba ver la seguridad de que sabía lo que hacía.

Lawrence miró esa cara, bajo el rostro y suspiró - Vamos a hablar con la zanahoria....solo  es dormir juntos de ves en cuando, como amigos....mucho manga bl le ha corrompido el cerebro - El muchacho sabía que esa frase hacía que retrocediera casillas en el juego, pero necesitaba que Dante le diera la seguridad en lo que estaba pasando.


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