Reflexiones

La primera cosa que me viene dando vueltas hace mucho es el echo de que aunque sea en una minúscula cantidad, ha nacido un cúmulo de cariño maternal y ese es por mi sobrino pequeño. Es algo que me hace pensar en Elioth cada vez con más añoranza. Tan pequeño, tan desprotegido y tan incauto de su propio despertar.
 A grandes razgos, solo eso pienso...ya que es poco y breve la sensación. Por otro lado pienso mucho en mi querido Demian y su meta, de cierta manera me siento feliz y por otra tengo miedo de que suceda...
De cierta manera creo lo mismo que la tía Katherín, ellos no estan preparados, y podría dar paso a un desastre.


Por otro lado, lo segundo. Eso de tener una familia. Lo he pensado y pensado...si yo me casará, cómo seria quien tuviera que vivir conmigo? Y la persona que se acerca a mi cabeza primero es la Sabella. No es porque sienta algo por ella ni nada por el estilo, más que nada es exactamente porque no sentimos nada. Sincera, metida en sus asuntos y no en los mios, capaz de levantarme temprano, somos capaces de estudiar sin molestar a al contraria. Es alguien que no me estorbaría, que no seria un bulto a mi lado. Además el echo de que necesite perseguir sueños es una buena forma de mantener mi cabeza alejada de ciertos pensamientos.


Necesito una persona que sea así, sino prefiero estar sola. Me desenvuelvo mejor de esa manera y acomoda a mi carácter. Aún así...ese tipo de cosas aun no tienen que preocuparme.


Comentarios

Entradas populares de este blog

La verdadera historia del Hada de Los Dientes

Me he caído tantas veces que ahora caigo con estilo

Me hacías sentir muy tsundere...era divertido