Una visita inesperada: El chico de la tienda de deseos

Hace ya años que no recibía a ninguna entidad de índole misterioso, incluso, pensé que esto no seria posible después de conocer a ese pelirrojo. Ese tipo de dimensiones nunca están demasiado cerca de este mundo, pero la vida tiene muchas cosas interesantes cuando no te dedicas a pensar en el futuro.

Recordé la primera vez que tuve un encuentro así. Una noche, luna nueva, no había nadie en la calzada. Esa persona estaba en la esquina, miraba fijamente al cielo y sus vestimentas delataban claramente que no era de muy cerca. Cuando me miró sonrió suave, aunque yo estaba a punto de pasar de largo.

- Vas a ignorarme? - 

Me detuve unos momentos, los necesarios

- Hace un tiempo decidí dejar eso. Ya deje marchar a esa persona. Mi misión como contenedor terminó - 

Empecé a retomar el paso, lento, pero concorde a lo que ameritaba la noche.

- Pero yo no vengo a ser ese tipo de ser en este mundo - 

Mis labios estaban cerrados, cuando le mire de reojo comprendí que los de él tampoco se habían abierto al hablar la ultima vez.

- Por qué?...tienes algo que hacer acá? Cómo es posible que hayas podido salir de la tienda? - 

- Técnicamente no salí de ella. No mi cuerpo - 

- Así que esto...? - AL entrar a casa, me pellizqué mi mano.

- No y sí - Entro tras de mi. Sus ropas son maravillosas, que hermosas - Tu no estas dormida, pero el lugar en donde yo estoy presente no es tu mundo donde todos puedan ver mi cuerpo ni es mi mundo - 

- Comprendo - 

- Por eso, tampoco necesitamos hablar como lo haríamos despiertos - 

Llegamos a la entrada de mi casa y me mira desde las escaleras abajo

- No vas a pasar? -

- No es eso. Aun no es tiempo - 

Me lo quedo mirando y el me da la espalda.

- Quería saber quien era la persona que le dio la libertad al que me pidió el deseo de poder servirme - 

Encaré una ceja, dejando eso de lado, me atreví a preguntar:

- Puedo hacerte unas preguntas? - 

- No - El se vuelve para sonreírme - Tu tienes una sola pregunta. Si las respuestas a las preguntas que tienes escritas en tu cuaderno son verdaderas, no es así? - 

Asiento - Vinieron a mi en sueños y otras son respuesta de mis antepasados - 

- Mmm...entonces creo que quizás nos hemos encontrado antes - Musita para si mismo - Pero...esa información tiene un precio. En una próxima vez nos encontraremos...- Suspira - El cuarto creciente eh? -

Eso es lo que dice antes de que me de cuenta que estoy con la llave en la cerradura dormitando con la frente en la puerta. Entro a la casa y miro por la ventana.


- Así que a esto apuntaba la magia de abril?...-


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