Encuentro?...V/L

Nos conocimos en época de secundaria. Digo que nos conocimos porque seria lo más adecuado, pero no digamos que fue conocerse, yo diría más olerse, sentirse, saber la presencia del otro. Aunque claro, para ese tiempo yo no andaba preocupado de estar en territorio de nadie, había demasiados humanos y yo liberado de una manda, joven e inexperto solo pensaba en camuflarme del resto.

No sé porqué, pero ese día algo me decía que las cosas no serian tan usuales. Si es que existe algo parecido a un dios, creo que alineó un par de planetas. Y no es algo raro, cuando vives en ciudades pequeñas sueles saber que vecinos sobrenaturales tienes casi de inmediato. Pero como dije antes, no me di cuenta, claro que como todo vampiro el tenía algo extraño que llamo mi atención. Su voz, su cuerpo, pese a lo pequeño que se veía a mi lado...obviamente nuestras estructuras físicas no pueden coincidir, nunca me he topado a un vampiro más grande que un lobo, y no es como si eso tenga peso en una pelea, quizás es sólo algo estético de la raza. Ellos suelen ser más delicados por naturaleza y nosotros más toscos.

Él era, un chico que se desenvolvía bastante bien, acompañado siempre, al parecer por un sirviente. Yo seguía siendo un lobo más solitario aunque lleno de humanos, un rebelde que más parecía un perro domestico. En realidad me tomo por sorpresa cuando me dijo que fuera a verlo a sus aposentos. Era una tarde de invierno.

- Vamos a dejarnos de rodeos, o seguirás actuando como si ambos fuéramos humanos? - 

Su voz me dejo con ganas de excusarme, parecía muy seguro de si mismo, no sé porque ellos siempre parecieran destilar sensualidad, como si miraran cada detalle, esperando el segundo exacto, diciendo frases que quizás escucharon de escritores antes de que salieran sus libros.

- No me había dado cuenta... - 

- Ustedes pasan más tiempo persiguiendo su cola que dándose cuenta de lo que tienen a su alrededor.. - 

Estaba a la defensiva, y en cierta manera me pareció divertido y algo místico. Parecía un elfo de lo delicado y peligroso que se veía.

- Y tu manada? - 

- Manada?...estoy solo - 

Me encogí de hombros y pareció que le crispaba una fibra sensible y me miró como si yo le hubiera dicho algo ofensivamente estúpido.

- Tienes a un vampiro en frente de ti y no te da pena decir que no tienes manada...? Estas en mi casa, quizás los segundos que has estado aquí podrían ser los últimos para ti...has comprendido el peso de ello? - 

Extrañamente a cada palabra indignada le ponía menos atención. Me parecía lindo enojado, me empecé a fijar en cada forma de su cara, en su cabello castaño canela, sus ojos amarillos, sus labios rosa pálido, su piel nívea.

- Si quisieras matarme...ya no estaría respirando - 

Mi comentario serio pero escueto pareció sorprenderle, y note por un segundo que esa cara de cerámica adquiría color.

----- X ----

No podía creer como estas bestias habían sobrevivido tanto tiempo siendo tan estúpidas. Cuando lo invite pensé que era para pelear, pero llego tan dócil que quise conocerlo, y al ser tan sincero, mirarme con esos ojos oscuros, la piel morena, su cabello negro, su voz honesta y ronca. No pude seguir mirandolo, no se si se dio cuenta que cuando me dijo que sabía que no lo mataría me sentí ultrajado, pero recuperé la compostura. Un lobo era un lobo, sin importar lo estúpidamente interesante que se dejara ver.


- Bueno, no estoy en posición...yo también soy el único de por aquí que sepa...no había visto a los tuyos...bueno, no a uno tan idiota como para estar tranquilo en mi presencia - 

Su rostro parecía estar constantemente en una expresión de sorpresa, era un poco más que un cachorro. Tengo varios años conociendolos, estar a la defensiva era algo que no podía evitar sabiendo el daño que podían hacer, pero no lo sé. Al mirarlo, ahí, desprotegido. A un par de garras en su corazón para dejarlo sin aliento para siempre y a la vez casi feliz de estar charlando me ponía...agradablemente incómodo.

- Ya te dije, no creo que me hagas daño... - Cuando me miró directo a los ojos no pude evitar recular unos pasos, era como ser descubierto en oscuras intensiones, pero oscuras intensiones con un perro? Que asco, no.

- Sólo no eres una amenaza - Le quite importancia.

- Pues no tengo intensión de serla...eres interesante...de quien te alimentas? - 

Tuve otro impulso de golpearlo por ser tan resuelto, pero al estar con otro inmortal después de un tiempo, era algo reconfortante no tener que actuar como humano, abrí la puerta de mi humilde morada y le indique que me siguiera.

--- X ---
Seguí sus movimientos, el simple hecho de poder estar en algo nuevo era emocionante, me alejé hace mucho de lo sobrenatural para poder estar solo sin correr mayores riesgos. Entrar a la morada de un vampiro era algo que debía ponerme alerta, pero no lo sé, eran sus caderas hipnóticas, era su forma de reaccionar, su aroma a chocolate caliente y canela, ni idea. Esa casa era el orden mismo, y olía intensamente a él. Olía a él y a la metálica sangre. Me descubrí oliendo el aire con un poco más intensidad de la normal.

- Qué sucede? - 

- Huele dulce... - 

- Dulce...-

----- X ----

"Dulce" Había escuchado que los lobos olían dulce cuando alguien le gustaba. Y si se habían estado viendo en encuentros de jóvenes durante un poco tiempo, no podía ser que él le llamara la atención, era desagradable pensarlo. Un lobo que olía...¿A qué olía?

Cerró los ojos poniendo alerta sus oídos, por unos milisegundos. El aire olía a yerba fresca recién cortada, a barro, a agua salada.

- Yo huelo a humedad - Dijo intentando no ser tan conciso.

---  X---

- No me dirás de qué te alimentas? -

Me pareció verle con los ojos cerrados, o quizás solo lo imagine, no creí que fuera posible con su disposición a la defensiva.


--- X---

No pude evitar reírme un poco, esa era una pregunta común, pero no dejaba de ser jocosa.

- Te sorprendería cuantos humanos desean darme un poco de su sangre...no me falta, además tengo un conocido en el hospital de esta ciudad...además la sangre humana se ha vuelto bastante gorda con todo lo que comen - 

Él soltó una risa, eso casi me hace golpearlo, pero luego note que era una risa no de burla sino de sorpresa.

- Lo dices como si pidieras Sushi por delivery...jajaja...en serio estamos en el siglo veintiuno - 



Continuará..

Comentarios

Entradas populares de este blog

La verdadera historia del Hada de Los Dientes

Me he caído tantas veces que ahora caigo con estilo

Me hacías sentir muy tsundere...era divertido