La primera alma

Cuando me lo ordenaron no me creí capaz de hacerlo, pero hay estaba ella, viendo por la ventana la nieve caer. En cuanto me vio empezó con las preguntas que tanto había esperado y que nunca tendrían respuesta "Quién eres?" "Por qué?"...


El cuchillo entro entro como mantequilla, una vez, otra vez....y luego todo se volvió blanco y negro y un líquido como la brea lo cubría todo. No tuve piedad....tal como me ordenaron. Metí el cuerpo en la tina y lo restregué con esencias de baño, aunque mis guantes de cuero estaban puestos no quería sospechas. El cuchillo en su mano y yo dejando la ropa sucia e una maleta al encontrarme en la escalera de servicio.


Un trabajo bien hecho, una victima que queda, un alma que el me descuenta...y sigo siendo un sicario.