Tomar té con sal

Tomar té con sal es cuando confundes el azúcar con la sal. A casi todos nos ha pasado y todos nos hemos llevado ese trago agrio, que peor es cuando más deseamos tomar un té dulce.

Eso se parece a una relación idealizada, a una relación que tuve hace un tiempo, una relación que ni siquiera era física, sólo era escrita. Que en realidad no era nada. Cuando uno cree que esa azúcar que le esta echando va a ser tan dulce, tan dulce que saciará tu sed....es cuando tu lees y escribes y crees que a estas personas las une algo especial. El sorbo es cuando te das cuenta que no...y duele, y quieres aferrarte a eso con todas tus fuerzas y quieres creer que te ama como tu le amas, que no es una ilusión....

Hacerse un nuevo té es cuando ya asumes que no hubo nada, cuando le conoces de cero y te das cuenta que puede haber una amistad algo extraña, pero una amistad, a distancia..mirando por el cerrojo de la puerta un rayo de luz que puede transformarse en un gran faro. Porque ya no hay te amo falsos, porque ya no hay ese deseo de beso ni esas ganas de abrazar...sino que sólo largas conversaciones y risas....

Somos té con sal....un mal entendido usual....una ilusión de dulzor que no existe...un error que deja huella, pero que esta en nosotras reiniciar....

Aunque a veces....cuando miras el líquido, te das cuenta que aun piensas que debería haber sido más dulce....que pudo haber sido la azúcar y pudo haber sido el té más sabroso....y hasta sientes el sabor....pero tu paladar te recuerda....que fue una ilusión...que fue....té con sal.