Humo de Balcón


La casa sonaba silenciosa, ambientada solo por un disco de giru que le preste a Victor, cada día me sorprendo lo mucho que nos parecemos, y en realidad, más me sorprendo que pese a que no sea de mis entrañas lo adoro...no quiero ni pensar que pasará cuando se vaya de la casa.

Pensaba que él estaba en su oficina después de acotar a Chris, pero cuando entre al cuarto estaba en el balcón...fumando. Hace bastante que ambos habíamos dejado un poco ese mal hábito, por el niño. Se veía sólo...se veía ido, absorto en sus pensamientos. Se parecía a ese Demian que solía mirar desde lejos cuando recién nos conocimos...

Cuando nos conocimos me llegaba a parecer alguien que daba miedo, serio y sin hablar mucho.


Hacía mucho frío, así que salí con una de sus chaquetas y la puse en sus hombros tratando de no molestarlo. Me miró algo sorprendido y me sonrió.

- Lo siento, no quise fumar...sólo...

- Esta bien...me das?

Me tiende el cigarro aún en su mano, y le doy una calada. Me apoye en el barandal mirando las estrellas, el océano ruge a la distancia. Él se pone la chaqueta intentando no quemarla, y se pone tras de mi, abrazandome por la cintura y dandome un beso en el hombro.

- Sera mejor que entremos 

- Sí... - 

No se mueve, pero yo me volteo para poder mirarlo a los ojos. Sea lo que sea que me digan, sea como sea que pasen las cosas y por mucho que llore cuando él hace estupideces, cada vez que veo esos ojos...cada vez que me da una de sus sonrisas y siento sus brazos en mi, sé que por nada del mundo podría dejarlo.

Entiendo a Alois...acepto a mi demonio, porque amarlo y que me ame, sana todo el dolor posible.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La verdadera historia del Hada de Los Dientes

Me he caído tantas veces que ahora caigo con estilo

Me hacías sentir muy tsundere...era divertido