Dante x Lawrence: Travesías pelirrojas

Dante y Kat compartían muchas cosas, vivir juntos había sido una de las impulsivas decisiones que más le gustaban. La chica animaba sus mañanas y la verdad, pese a que le gustaba estar solo, su compañía le hacía sentirse vivo.

Esa noche en la fiesta no era la excepción, la estaba pasando muy bien, la gente que conocía a Kat simplemente era muy interesante, y ella con sus juegos de cartas. Se había sentado sobre las piernas  de él después que se había quitado los pantalones por el strip-poker. 

Solían coquetear o bromear acerca de eso, pero esta noche en particular se veía más felina de lo común. Su cintura no era pequeña ni grande, sus caderas eran firmes y con una gran terminación, sus senos tenían buena contextura, ni grandes ni pequeños. 

La forma que lo miró simplemente era seductora, como el coqueteo de morderse el labio. Era una pelirroja de lo más erótica, eso no cabía a dudas. La cercanía era suficiente para que tuviera la idea de besarla, pero quien concreto eso fue ella.

- Oh no lo pienses tanto...es solo un beso - La forma alegre y despreocupada que hablaba no le dejaba ver más allá en sus acciones, pero no iba a negar que había sido un buen beso.

La noche siguió, Kat quedó sin su falda y solo quedó con una tanga, ya para ese momento el no estaba tan mal, pero la chica empezaba a quedar en un estado que no le gustaba. No se perdonaría que a Kat le pasara algo si el seguía bebiendo como si el mundo se fuera a acabar. Se puso los pantalones y la vistió, entre unos besos locos por aquí y por allá.

- En serio eres muy tímido... - Se burlaba de tanto en tanto.

De cierta manera sabía que podría hacer de todo con la chica si quisiera, pero no se aprovecharía de alguien en esas condiciones. Katniss besaba muy bien, era hermosa, pero por alguna razón no podía devolverle los besos con la misma intensidad.

No quiso ir en dirección al departamento que compartían por la sencilla razón que no solo ella necesitaba una mano. Al llegar a la casa en cuestión aprovecharon la copia de llave que manejaban...

Ni siquiera esperaba que Yume asomara su rostro, sus ojos se encontraron de inmediato. Pese al regaño de entrada, la dulzura y la resignación de Lawrence le acogió en sus brazos.

La seductora pelirroja y la mirada dulce del pelirrosa, cada una brilla con luces diferentes, cada una de ellas. Era en momentos así que sentía que estaba tomando la mano de ambos, no quería soltar ninguna, pero....¿Qué tanto hay que probar para decidir cuál es tu sabor favorito?

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