Desfogues

Ultimamente, y desencadenado por una lectura erótica con buenas dosis de sexo gay, he acudido al llamado furtivo a mis desfogues. No por un placer, sino por deseos que necesitan de una segunda piel. Con tan mala suerte, que como vírgenes coquetas, han rehuído el ligue efímero sin amor que nos brindan unas horas.

Acaso estaré perdiendo el toque en mis dedos o en mi boca? Acaso ya no apetecen mis ideas siniestras a veces ahogadas en la desconfianza o la separación temporal?

Por lo que fuese, más vale que alguna responda antes que acabe entre párrafos el deseo de otro ser humano. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

La verdadera historia del Hada de Los Dientes

Me he caído tantas veces que ahora caigo con estilo

Me hacías sentir muy tsundere...era divertido