No sueltes su mano

Y otra vez aquí con el lápiz en el papel pensando si seria bueno dejar de escribir mis fantasías pensando en el sin que se de cuenta. Y ahí esta el conversando con su chica otra vez. Odio el día en que me dijo que tenía novia, lo odio porque...fue en ese momento que supe que todos estos años de mejores amigos habían echo que diera por sentado mi forma de ser, en cambio...aquí estoy, solo pensando que las chicas con las que he salido siempre han terminado notando el echo de que..."Prefieres a tus amigos que a mi" y yo las corrijo en mi cerebro "No, lo prefiero a él"

Aunque las cosas cambian. Su familia y él se mudaran para que salga más barato que estudie en una de las universidades que quiere. Él no esta contento, yo sí. Al fin podre olvidarme de ese engreído.

Cuando le dije que me alegraba se enojó, dijo que pensaba que yo lo ayudaría y nos iríamos a un departamento juntos y esas cosas. Me dijo egoísta. Ja. Egoísta.  Y él?...él no lo entendía y por su bien, jamás lo entendería.

Esa tarde ambos salíamos tarde. Yo por el club de bascket, el por estar en atletismo. Dice que correr le ayuda a despejarse, a mi me ayuda hacer faltas...y rompí mi marca hoy...5...en el último minuto estuve fuera del partido de entrenamiento y tenia al entrenador gritándome, música para mis oídos.

Salí último de las duchas, el pelo estilando y el bolso colgando de un hombro. En una semana más, la ceremonia de graduación y todo seria historia añeja, que quizás la contaría algún día.

El estaba fuera de la sala hablando con su novia. No les dí importancia y le subí al celular. Fui por mis cosas y salí. Él me arranco un audífono con su mano.

- Termine con ella - Musitó

Yo me alce de hombros - No pensabas irte a la U con ella? -

- No -

- Bien - Dije sin más, y volví a ponerme el audífono.

Seguí mi camino, el liceo estaba vacío. Pero a mitad de pasillo un peso en mi mano se cargo. No mire al lado. No necesitaba ser bueno en matemáticas para saber quien era. Fue una simple decisión. Tan simple como entrelazar nuestros dedos...y desde ese día ya han pasado seis años. El trabaja en una empresa de comercio, yo edito notas en un periódico de la región. En la noche nos encontramos, y sonreímos...estamos pensando ir a argentina a casarnos a final de este año y tal vez...poder tener una hija...

Sólo he podido dar un buen consejo a una pareja desde entonces. No sueltes su mano.