Dante x Lawrence: Decisiones de cambio

No era un día de los buenos en el trabajo de Dante, gracias a unos sujetos que habían estado peleando ebrios, se había tenido que bancar recoger vidrios y se abría hecho un corte en la mano, nada muy grave, pero que le dolería si algo cae en ese lugar. Llego y estaba durmiendo hasta tarde cuando sintió algo de ruido en su habitación.

- Si sigues durmiendo terminaras perdiéndote todo el día - Susurro, acercándose para mirarlo. - Dormiste encima de las mantas...no pasaste frío? - 

El moreno abrió los ojos perezosamente hasta enfocar al pelirrosa que había dejado una taza de té y un sandwich con un croissant. 

- Anoche llegaste tarde... - Murmuró como quien no quiere tocar el tema pero se muere de la curiosidad.

- Me esperaste? - Enarcó una ceja mientras se sentaba y trataba de enfocar la vista.

Lawrence iba con unas trabas en el cabello, y después de correr las cortinas se sentó al lado del pelinegro en la cama.

- Gracias, no tenías que molestarte - Dijo al ver la comida en la mesa de noche.

- No es nada, además ya paso la hora de almorzar...pensé que tendrías hambre - Se encogió de hombros, notando las vendas en la mano derecha del chico - Qué te pasó en la mano? -

Se miro algo sorprendido recordando la noche de trabajo, soltando un quejido de tedio.


- Ayer unos tipos tomaron lo suficiente como para acordarse de rencillas antiguas y se pusieron a pelear, botaron unos vasos y me corté al al recoger un pedazo, nada grave, solo me arde un poco - 

El pelirrosa le tomo la mano mirandolo preocupado.

- Por eso llegaste tarde... - Mira la mano del chico con detención - Por qué no me mendaste un wsp? - 

- Vamos, Law....no me corte una pierna, solo es un corte pequeño - Le tomo de la barbilla con la otra mano y le mira con cariño - Gracias por preocuparte - 

- Dante - Le sostuvo la mirada, aunque la distancia entre sus rostros era considerable el menor sentía un extraño movimiento de tripas, algo así como mariposas vomitando arco iris, y no acababa de decidir si era algo positivo o negativo - Si te pasa algo, avísame, sí? - 

- Ok, lo prometo - El moreno sintió que su corazón latía tan fuerte que le dolió y tuvo que mirar la comida para cambiar el tema - Oye, se ve delicioso - 

- Más te vale que así te lo parezca - Dijo sin poder evitar sentir algo de rechazo al no acercarse más.

El moreno comió mientras le contaba los detalles del drama amoroso por el cuál los hombres habían peleado, mientras Law lo ponía al día con las cosas que había hecho Kat estresada por un examen, y lo feliz que había llegado Yume después de haber podido salir con su novio, pese a que fuera por corto tiempo. Al terminar había dejado todo plato o losa, vacíos de cualquier alimento.

Lawrence miro las cosas y suspiró - Vaya...voy a lavar a la cocina - 

- No, yo lo hago - Se acomodó para levantarse.

- Dante... - 

- Sí? -

- Las cicatrices físicas se borran primero que las emocionales... - 

Tomo la taza en sus manos mirando el piso. El mayor tampoco le busco con la mirada, jugo con sus manos. Sabía que era una afirmación que escondía una pregunta.

- No sé si quieras escuchar mi historia - 

Esas palabras hicieron que de pronto Lawrence se sintiera nervioso, quería saber, se moría por saber cada secreto del moreno, y al mismo tiempo temía enterarse. Tal vez escuchar le doliera, tal vez escuchar le hiciera sentir más lejano que cercano.

- Poco a poco... - Susurró y posó la mano en la pierna del moreno intentando sonreír.

- Law - Miro intensamente al pelirrojo - Si yo te abro la maleta de mi pasado, iré a husmear en la tuya... - 

El menor se sobresalto y le hizo un puchero - Entonces ninguno avanzará mucho - 

El pelinegro soltó una pequeña risa que fue acompañada por la contraria luego. Ambos se levantaron, pero el primero en llegar a la puerta con los trastos en las manos era el pelirrosa.

- Te pondré una de mis benditas y limpiaré tu herida, ok? - 

Dante se puso a sus espaldas y le abrazó de la cintura - Gracias - Le besó la mejilla - Tu recompensa... - 

El pelirrosa le miro con una ceja alzada - Solo eso? -

Pese a la sorpresa inicial del contrario, su gesto se relajó para mirarlo con cariño y acortar la distancia. Antes que sus labios se tocaran...

- Dante? Ya estas despierto? - La voz de la pelirroja saco a ambos de lo que iban a hacer.

Dante abrió la puerta y salió primero - Zanahoria! -

- Al fin...ayudame con estas cosas - Dijo la chica desde el pasillo.


- Dame un segundo - Antes de acompañarla, besó su dedo índice y medio y poso el lugar en los labios del pelirrosa, guiñandole un ojo.

Este tomo la taza con el ademán de tirarla mientras el mayor salía en busca de la pelirroja, estaba algo nervioso, pero con una calidez que le llenaba.


En cambio Dante se iba con una inseguridad, no sabía que pasaba entre ambos, estaba en terreno desconocido y pese a que algo le motivaba a acercarse, una parte de él retenía cada uno de sus movimientos, quizás era hora de tomarse un tiempo en alguna casa ajena.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La verdadera historia del Hada de Los Dientes

Me he caído tantas veces que ahora caigo con estilo

Me hacías sentir muy tsundere...era divertido