Dante x Lawrence Previa a navidad

Recorrió el lugar atestado de gente. Lawrence era algo pequeño y no faltaba la señora con sobrepeso o el tipo con una caja demasiado grande que solo le daban un empujón sin disculparse. Detestó estar ahí, incluso con los audífonos puestos se sentía alienígena en esta maratón por comprar. Entró como pudo al local, casi a codazos. Un chico lo empujo y tuvo la decencia de ayudarlo.

- Perdón, linda....no te vi - Dijo retirándose.

Lawrence no dijo nada, solo apretó los puños, así era como la gente lo veía, como una chica, o lo más cercano a eso. La mayoría de las personas, excepto Dante. Recordó una escena parecida, un tipo que lo paso a llevar, disculpándose pensando que era una chica; y la voz del moreno: "Es un chico, idiota". Sonrió sin poder evitarlo, Dante no sabía los estragos que hacía en él con cosas tan simples.

Al estar en el mesón la dependienta intento ser lo más amable que el estrés del momento le permitía. 

- Dígame señorita - Haciendo que el chico se pusiera rojo, pero de rabia.

- Quiero... - Apunto cada cosa- Eso, eso y silicona en barra - 

La dependienta quedo algo ensimismada por la andrógina voz que acababa de escucha que no le permitía hacer buen juicio de si estaba equivocada de género o no. Le tendió la boleta de lo que había llevado y se fue a la caja, pagando y luego retirando en una bolsa. Intento como pudo y se compró una botella de agua mineral ya que el calor y el sopor de la gente lo tenían un poco mareado. Busco como desesperado un lugar donde pudiera sentarse tranquilo.
Cuando pudo sacar su teléfono revisó sus mensajes y encontró el mensaje de Dante. Pensó en no contestar, en que se jodiera el muy imbécil después de todo lo ocurrido, pero quería verlo.

- Estoy.... - Dijo sin poder reconocer el lugar. Era una plaza descongestionada del bullicio.

"Estoy en una plaza no sé donde, como camino a casa" Escribió y envió sintiéndose idiota, quien iba a dar con una persona con una descripción tan pobre de un lugar.

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Dante estaba en la micro al recibir el mensaje, camino al centro. Bajo y empezó a caminar, la localización precaria que le había dando el pelirosa era casi un chiste, pero por alguna razón los pasos empezaron a guiarle por donde pensaba que podía estar. Busco en una plaza y otra.

"No te encuentro" Envió. De por sí era tarde y la noche poco a poco consumía las últimos rasgos de sol que se degradaban en el sol. 

Ya habían empezado a aparecer algunas estrellas cuando ya no supo si buscar a ciegas serviría, y las instrucciones bagas estaban siendo muy poco eficientes. Entonces lo vio, sentado de espaldas hacia él escuchando música y con una bolsa de compras a un costado de su pierna.

Cuando llego a su lado pensó en muchas cosas, pero dejo fluir lo primero que le vino a la cabeza, se agachó dejando caer su bolso y lo abrazó por la espalda.

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El pelirosa se sorprendió, pero al mirar sus manos pudo reconocer quien era la persona sin siquiera ver su rostro. Se mordió el labio en un vano intento de contener lo feliz que se sentía, lo había extrañado, habían tantas cosas que podía decir, puso sus brazos encima de los ajenos y aferró, logrando ser más unido al cuerpo que le brindaba un agradable calor y una embriagante fragancia. Se saco uno de los audífonos y lo puso a tientas y con cuidado en el oído ajeno. La canción recién comenzaba haciendo que su corazón comenzara a emocionarse sin querer.


Los acordes de la guitarra comenzaron a sonar suave, ni siquiera hubiera creído que había grabado esa vez que ambos hicieron música, una fibra de su corazón tembló. Bajo su cabeza hasta dejar que su frente reposara en los cabellos del chico.

- Maldición - Susurró bajo, eso sesgaba tantas palabras que podrían decir. No quería que esta atmósfera lo envolviera, eran demasiadas emociones para el en estas fechas, pero sentía que se había abierto una grieta en su armadura que tanto tiempo le había costado cerrar.

Lawrence disfruto de la compañía ajena, sintiendo la respiración en su nuca. Con cuidado, se movió, no quería esperar de cierta manera, Dante era un cristal más frágil que él. Se volvió con cuidado y le miro, encontrándose con unos ojos algo alejados como quien necesita a mantener una distancia.

- Idiota... - Susurró el pelirosa, no sabía porque el insulto le había salido tan natural, pero para su sorpresa eso fue lo que Dante necesito para cambiar su semblante a una sonrisa.

- Vamos a casa - El moreno le revolvió los cabellos, poniendo también en su cara una sonrisa. En realidad no quería cortarle las alas al menor tan pronto, pero se veía tan feliz que no sacaría el tema a la luz aún. No podía corresponderle.

Se alejaron, Dante le devolvió el audífono con el tema aún sonando. Lawrence se puso de pie, agarró las bolsas y apago el reproductor de música de su teléfono móvil mientras guardaba todo en uno de sus bolsillos. Apretó la bolsa entre sus manos y luego se encamino junto a él.

Al principio se implantó un silencio incómodo mientras caminaban, solo interrumpido por el sonido de un auto que se desplazaba por la calle, hasta que el pelirosa intento romperlo.

- Te toca turno hoy? -

- No, lo pedí - Se puso a la altura de Lawrence.

- Dante, sobre... -

- Law, podemos dejar ese tema? -

El pelirosa se mordió el labio y bajo la cabeza, era evidente que ese beso solo quedaba en sus labios; o eso creía. La verdad era que el mayor estaba aterrado con el tema y las nuevas emociones que estaban aflorando en su piel.


El silencio volvió a cernirse, esta vez hasta que cruzaron el umbral de la puerta, Kat se colgó en los hombros de Dante, quien le devolvió el abrazo. Yume saludo a Lawrence y así, empezo una conversación amena, mientras preparaban las cosas para festejar navidad.

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