Dante x Lawrence Música de revelaciones

Lawrence estaba sirviéndose un vaso de soda cuando el sonido llamó su atención, era introducciones fallidas de una canción que le hacía eco. Como no si estaba pegado a cada actualización del día miércoles, aunque si era quien creía que era le sorprendía, o sea...se metía a su pieza cada tanto y casi siempre lo acompañaba de manera silenciosa mientras hiperventilaba, lo más dignamente posible, con la serie. Pero no creía que en realidad estaba prestandole atención, aunque siempre que veía un dorama o una serie Dante hacía referencia a la música que empleaban.

Encaminó al living y lo encontró, sonrió y empezó a cantar el tema, bastante conocido por lo demás. La voz de Lawrence era bastante suave para ser masculina, pero no dejaba de ser hermosa, embriagantemente relajante.

Dante se sorprendió cuando lo vio aparecer y escucharlo, no pudo sino exigirse continuar, sentir seguridad de que las notas saldrían bien. Intento no verlo para no desconcentrarse y así, poder enfocar sus sentidos en la armonía de ambos.

Cuando la canción terminaba sones, muriendo lentamente, mientras sus dedos lamían las cuerdas con más pereza cada vez, el ultimo arpegio resonó hasta ser olvidado en el silencio.

- No pensé que le pusieras atención... - 

- Te había mencionado que me gustaba la música...además de la letra - El moreno recostó sus manos sobre la guitarra y le miro con una sonrisa que no buscaba ser seductora, pero si de satisfacción por haber podido lograr una gran melodía.

El pelirrosa quedo mirando la sonrisa escrita en los labios tan perfectos de su interlocutor.

- ¿Puedes escuchar los latidos de mi corazón? - Susurró, recordando la traducción de la letra.

- No, pero si te acercas... - Le miro esta vez si adornando su semblante de tonalidades más coquetas.

- No lo digo por eso, idiota...la canción - Se cruzo de brazos dándole la espalda.

Tomo la guitarra con cuidado, dejandola sostenida entre el apoyabrazos del sillón y la mesita del costado, sin hacer demasiado ruido, al tener libre las manos le puso  la mano izquierda en el brazo y la palma derecha con cuidado en el cuello.

- Haces arder mi corazón, no nos detengamos ahora, es el momento de la verdad - Dijo con voz firme mientras se acercaba.

Lawrence no pudo evitar ponerse tenso y algo sonrojado, no quería salir corriendo como un cobarde o empujarlo como una niña, solo le miro fijo, intentando que su mirada fuera más intimidante que de vergüenza. 

- Vaya...te sabes la letra en español - 

- No es demasiado difícil de entender... - 

- Le pusiste atención a los capítulos? - Su voz sonó casi esperanzada con los ojos llenos de ilusión.

- Sí... - Dejo de tocarlo y bajo la vista - Anillos... - Dijo con algo de desgano.

El menor se quedo mirandolo preocupado y curioso.

- A qué viene esa cara? - 


- Nada en especial, enano - Le dedico una sonrisa que disimulaba su estado y le revolvió los cabellos.

- No me di... - Le tomo la muñeca mirandole preocupado - Fue muy doloroso? - Susurró bajando la mirada, sintiendo como su pecho se estrujaba un poco.

Se sorprendió y le tomo de la barbilla para que lo mirase - Hablaremos de ello, pero no ahora sí? - Le dedico una sonrisa y termino bajando su mano y dejandola descansar encima de su propia rodilla - Pero es pasado... - 

- No tienes que olvidarlo...seguramente si duele es porque fue importante... - Puso su mano sobre la del mayor.

Cogió la mano pálida con la suya, sus miradas conectadas y sus semblantes serios, concentrados en el ajeno, la distancia acortándose.

El teléfono de Dante vibró sonando como si hubiera sido terremoto grado 7. Ambos se sobresaltaron y se sentaron mirando a otro lado, el pelinegro tomó el teléfono y puso el audio que había enviado Kat por wassap.

- Se me quedaron las llaves y estoy llegando...ábreme la puerta - 

- Un día se le quedará la cabeza....literalmente - Suspiró Lawrence mirando el teléfono.

- Tal vez... - 

- Voy a preparar algo para que comamos juntos, ok? - Se levanto y empezó a dirigirse a la cocina.

- Law! -

El pelirrosa le miro, encontrándose con una sonrisa que no había visto en él.


- Gracias...por ser la la voz de mi guitarra - Se levanto, pero en dirección a la puerta de entrada.

El pelirrosa se sorprendió poniéndose rojo y no dijo nada, solo apretó los puños, necesitaba saber, ahora tenía curiosidad y la tensión no sabría cuanto más la aguantaría o cuanto más aguantaría Dante, si es que sus reacciones era de un buen amigo, si lo veía como un hermano o si...tal vez, y sólo tal vez...realmente...sintiera algo por él.

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