Feliz no cumpleaños

Era una de las tardes en que iba con el sombrerero a celebrar un feliz no cumpleaños, con copas rebosante de líquido negro. Estaba en su trono, después de varias copas cuando la libre le miró:

- Crees que Alicia celebre su no cumpleaños? - 

La reina sonrió, tenía el cristal revoloteando su labio inferior, mientras sus cejas curveadas le daban un aspecto casi malvado. Dejo la copa encima de la mesa mientras miraba a la liebre y al otro de hito en hito.

- Claro, Alicia tiene su lector - 

La libre hizo como si no le escuchara, aunque su vista siempre se había ido hacía el reino blanco.

- Tranquilo - La voz de la reina sonaba cansada - Yo misma la convertí en la reina blanca para ir y venir, también fui yo quien decidí rendirme ante ella...es mi derrota...y ahora ella creé haber firmado un acuerdo -

- Eso no es lo que me preocupa, es que no sé si eso sea del todo cierto....- El chico con orejas blancas apoyó su mejilla en el hombro del sombrerero mientras dejaba que este le pasará un brazo por los hombros - En serio firmaron el tratado? - 

- Tratado? - Esta vez fue la voz baja del sombrerero que miró a su querida liebre con el amor que tanto le profesaba -Un tratado es de dos personas... - 

El lirón, llego con su expresión que recordaba a su padre y la confusión, cargando a una pequeña liebre - Tratado? Dos personas? - Musitó.

- Exacto - Declaro la reina, que se levanto para ir a cargar a la pequeña liebre con el cariño que trataba a cada criatura de ese mundo - Yo no he firmado nada....yo declaré reina blanca a Alicia, y lo que la reina blanca deseé yo lo cumpliré...- Devolvió el pequeño a los brazos de su padre mientras iba a tomar su copa otra vez, mirando al cielo sin luna - Alicia tiene un lector...y sólo quiere estar con ese lector....- Mientras volvía a beber de la copa, saco un poco de crema de un pastel del número 24 - Alicia es la reina blanca, y con sus actos me ha dicho que ya no soy parte de esa baraja de corazones...me he vuelto un joker...el joker de su baraja que se adaptará a la carta que le haga falta, por el tiempo que nos quede - 

El sombrerero después de acariciar las orejas de la pequeña liebre y dejarle su sombrero se dirigió a la reina haciendo una reverencia - Mi lealtad sirve a la reina roja - Susurró mientras le miraba con cariño - Pero...lloverá en ti, por Alicia? - 

- No...querido mio - Le dijo con trémula alegría con sabor a desdicha - Yo amo a Alicia, y si ella es feliz yo seré feliz....que me haya convertido en su joker sin darse cuenta y haya encontrado a su lector, sólo hace que yo empiece el largo camino hacia el final de la historia - Se saco de su cabeza su corona y la dejo encima de la mesa junto a su cetro. 

- Nunca has dejado de hacer lo que fuera por una sonrisa de Alicia... - El sombrerero se dió el permiso de desordenar los cabellos negros de la reina de corazones, mientras ella posaba su mejilla en su pecho mirando a la liebre.

La liebre al sentirse aludida, con algo de impaciencia, devolviendo su pequeño retoño a su querido Lirón, mostró un lazo celeste - Yo sé que Alice también hizo mucho por ver tu sonrisa, reina roja -

La reina se alejo con cuidado del sombrerero mientras iba hacia una rosa que se ponía roja de sólo ser tocada, sin mirar a la liebre - Mi querida liebre, tu lealtad es con Alicia....por eso tu hablas con sus leyes....pero mis leyes...Tweedledee - Remarcó el nombre como haciendo mención a su esencia antes de ser la liebre y venir a vivir con el sombrerero - Mis leyes hablan de acciones más que palabras...y su actuar dice más que cualquier palabra...- Volvió a sonreír - Pero esta bien...sé que hubo una vez que su acción me transmitió algo que sus palabras no....soy feliz con eso -

Se alejó de la rosa y aplaudió, volviendo a teñir de verdes el jardín que se había quedado gris con las palabras de la reina roja - Vamos, aun queda pastel y nos queda una hora! - Dijo mientras la música empezaba a sonar.


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