Noche en vela

Me desperté para ir al baño. Tuve que tener cuidado para despegar sus brazos de mi, aunque despertó un poco cuando me levantaba, creo que aún una parte de él tiene miedo que me escape.

- Donde vas? - 

- Al baño, amor - 

Después de ir, regresé, el volvía a estar dormido de nuevo, dándome la espalda, hecho un ovillo. cuando terminé de meterme entre las mantas, me pegue a su espalda, apoyando la cabeza en la palma para poder mirarlo un momento y acariciar su vientre. Aun no se nota demasiado, pero sé que esta ahí. Ambos lo sabemos.

Él sonríe a pesar de estar durmiendo y yo siento como adentro algo se mueve. No quiero que alguien sepa de que se me aguan los ojos cuando pienso en todo esto. Tener un hijo con la persona que amo era mi gran sueño. Sarah y yo teníamos todo para ser felices, pero aun dudaba de ella...dudaba de que me perteneciera, y por otro lado...ella termino confiando más en otro que en mi...cuando pienso en eso aun es doloroso, pero no por ella...sino por todo lo circundante...por mi otro hijo, por no ser más maduro...
Ahora que lo tengo, las cosas tampoco han sido demasiado buenas, pero él esta aquí aun...acepta todo lo desagradable que soy con una sonrisa. Ha aceptado a mi hijo como nuestro y ha cambiado su cuerpo para cumplir nuestro sueño...
¿Cómo no volverme algo sentimental con este tema?

Sé que le voy a proteger...a él y a los demás...aunque hay algo que me mantiene despierto en estos momentos. No sólo Yui tendrá a mi hijo en unos meses, sino que también he decidido que en el proceso de extracción le quitaremos el sello que nos ata a morir si el otro muere...

No quiero que lo sepa, sé que si fuera por él no lo querría así....pero quiero darle todo de mi si yo muero. Si me pasa algo, quiero que cuide a nuestra familia, el tendrá algo de mi en nuestro hijo y creo que eso es más que suficiente. Heredaré todos mis botos a él, si yo muero, el tendrá todo el poder que yo tenga, y así...poder proteger tanto a su hermano como a su padre.

No sé porque pienso que a pesar de la eternidad latente, cuando Yui me contaba sus sueños con un Cristopher ya maduro, ellos siempre se encontraban a solas, sin mi....a veces, sin decirle, pensaba que si eso era una advertencia del futuro.

No le temo a la muerte. Jamás tendría miedo de ofrecerme a cambio de los que amo, no tengo miedo a las torturas, al encierro...creo que más me daña el llanto de mi esposo que una daga en la espalda. Pero tu, Yui....serás fuerte para sostener mis dos hijos?...Y después de que te quite el sello, cuando te des cuenta....me perdonarás?

Cómo si respondieras mis dudas te das vuelta con algo de lentitud y me abrazas. 


- Yui....eres tan posesivo - Murmuro y siento la presión de la panza cerca de mi.

Es posesivo...tanto como yo...y sino fuera así, no lo amaría tanto. Y creo que es por eso que entiende porque me enojo cuando alguien que no es nada de él le llama con tanta confianza. Aun recuerdo el escándalo de hace unos días.

- Ya estoy harto de ese weón con su forma de llamarte, y creo que se lo dije una vez -

- Amor, yo también hable con él, pero....-

- Pero nada, Matsushiro, la próxima vez borra eso y punto...o es que  me vez a mi andando de nombrecitos raros con otra gente! - 

- No tienes porque - Me dice con ese tono que delata la inseguridad 

- Entonces, Marsushiro, o es que te haría gracia que mi recepcionista me llamara de manera cariñosa? - 
- Claro que no! Y no me digas Matsushiro! - Ese tono de desesperación en su voz lo conozco. Sé que esta forma de tratarlo le duele, y estoy tan enojado que me hace sentir feliz estar hiriendole por dentro - No quiero que nadie te llame de una forma cariñosa que no sea yo, eres mi esposo! - 

- Y yo si tengo que aguantarlo? - El reflejo del espejo de la sala me muestra mi cara enojada y con mirada casi gélida al mirarlo. Debo admitir que no sé como puedo diluir todo el amor que le tengo cuando estoy así de molesto - La próxima vez que lo haga, puedes estar seguro que serán dos días sin hablarte - 

- No puedes hacer eso! No es mi culpa... - Se pone una mano delante de sus labios y sus ojos se cristalizan en lágrimas. Lo sé, lo he herido fuertemente y en este momento aun tengo sed de despedazarlo - Cómo puedes hacerme esto, Merslles? - 

- Sólo tomo lo que es mio - Paso por al lado de él para estar de espaldas antes de tirar mi último cuchillo - Si quieres que otros te digan cosas así en contra de lo que te dice tu esposo, puedes quedarte allá con ellos si deseas.. - 

Iba a seguir caminando cuando oí...

- Dem...ay! - Cuando voltee lo vi apoyado en el respaldo del sofá con una mano y la otra sobre el vientre ligeramente abultado.

Lo tome y lo senté de inmediato, mientras sus lágrimas me mojaban un poco el brazo y una de sus manos se aferraba fuerte a la camiseta que traía puesta.

- Le diré, sí...le diré...- Su voz salía a borbotones mientras la respiración del llanto le permitía - No te vayas lejos...Dem...- 

Soy realmente un asesino, sin ningún escrúpulo. Porque ahora que esta desangrándose y clamando piedad, ahora recién puedo sentirlo mio y permitir que la rabia se vaya...ahora puedo amarlo...incluso pienso que le haría el amor en este momento que lo veo más herido por mis palabras.

- Ya basta de ponerte así, le haces daño al bebé - No lo miro a los ojos aún, pero por el rabillo noto como se muerde el labio intentando no llorar, pero Yui es de las personas que cuando esta muy inestable emocionalmente no puede parar de llorar hasta que sabe que las cosas irán bien...por lo menos conmigo. Así que le tomo de las mejillas y le beso, me cuesta besarlo cuando esta llorando, pero logro permanecer así hasta que se calma un poco - Te amo - 

- Te amo...- Nos miramos, y entonces ya se ha acabo el llanto. El bebé se calma, se ve en sus ojos.  Uno mi frente con la de él - Perdóname...le diré que no lo haga de nuevo, sí? - 

- Esta bien - Le permito relajarse, ya no quiero pelear por ahora. Ya no estoy enojado. Ya lo vi sufrir. Se lo merece, eso pienso, y es porque...yo soy el único que puede ponerle apodos...yo y su hermano...pero no quiero a otros tomándose esas atribuciones. Lo mio no lo comparto -Eres mio - 

- Lo soy... - Musito y me miró aun con un poco de pena - Me vas a seguir llamando Matsushiro? - 

A veces puede ser tan arrebatadoramente lindo, que me pregunto si es que acaso no es su forma de lanzarme cuchillos...

- No - Le beso cada parpado, saboreando la sal de sus lágrimas. - Yui...eres mi propiedad - 

- Y tu la mia...no quiero que mires a otras personas que no sea yo - 

- Tu eres el único ante mis ojos - 

Y esa frase aunque cliche, es cierto....hasta ahora, ahora pienso que tengo el corazón dividido entre nuestros hijos y él.  Cuando nazca Cristopher será amado, sin importar su destino...y tendrá una familia que lo ame. 

Ese último pensamiento me permite acomodarme junto a mi japones con pancita, abrazarlo a gusto y dormir hasta el siguiente día de trabajo.

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