AU Gojo x Geto

 Septiembre 23

El pelinegro paseaba con la mirada perdida esperando una llamada, un mensaje, una señal...

"El matrimonio entre Amanai Riko y Gojo Satoru se ha confirmado"

Después de que todo saliera bien con respecto a la misión que habían tenido era el único camino valido para todos de tal manera que el equilibrio siguiera. Ambos conocían a la chica y ella guardaba fuertes lazos con su sirvienta, pero el echo de que el peliblanco debiese obligatoriamente consumar con su carne de manera biológica su estirpe era algo que hacía que su corazón se inquietara. 

De pronto de una de las puertas salió el peliblanco con unos ojos azul intenso, se notaba su molestia a cien leguas, pero el se mantuvo calmado y trato de darle una mirada calma.

- Esta echo! - Le espetó de mala manera - Suguru, dime que entre y detenga esto por favor - 

- El clan tendrá su sucesor, Satoru...sabes que no podemos escapar de ese hecho - Trato de acercar su mano a la mejilla de su querido hechicero, pero fue violentamente alejada con un manotazo.

- Ahora no - Dijo en tono seco y se alejo con los ojos aguados - Quizás no soy suficiente... - 

Dio un giro rápido y lo abrazó con la angustia que sentía su alma a flor de piel. Le importaba, le importaba más que a nadie del mundo. Si Satoru quisiera su vida, la tendría, si quería odiarlo, lo aceptaría, pero jamás esas palabras.

- Sabes que si hubiera otra forma....podría ser... - 

- Si fueras tu y yo....pero... - La persona más fuerte entre los hechiceros se encontró pidiendo fuerzas porque en ese momento se sentía débil por no poder llevar él ese hijo en vez de tener que compartir alcoba con otro ser que no fuera la única persona para quien eran sus ojos - Suguru, te necesito cerca ese día... - Se mordió el labio, porque sabía que lo que estaba pidiendo heriría a su persona más preciada de una manera que jamás se borraría, pero de cierta manera compartir el dolor era la única manera de sentirse menos mal - Estarás ahí? - 

El pelinegro entendió las emociones de su compañero sin necesidad de ver sus expresiones, las podría ver incluso a cientos de kilómetros - Estaré ahí - Sentenció a su pecho pese a que se estrujara como si quisiera destruirse en ese sentimiento de perdida que sentía - Te amo....Lo siento, no pude protegerte de esto - 

Satoru volteó para unir sus labios con los ajenos y el beso sabía a lágrimas mezclado con desesperación. Un hijo. Un hijo de Geto Suguru habría sido todo lo que hubiera querido, pero habían nacido en ese cuerpo que siempre le había demandado cumplir para el mundo.

- Y si los matamos a todos....? - Musito con los ojos cerrados.

- Sabes que no te dejaría, eres el símbolo del equilibrio....- Ahí estaba Suguru siendo una voz de la conciencia que quería gritar todo lo contrario, que quería tomar esa mano y llevarlo lejos donde nadie los encontrara nunca.


Octubre 31 - Matrimonio 

Cualquiera podía ver la rosa negra de Satoru en la solapa, mientras su padrino llevaba una blanca. El traje de Satoru era blanco excepto por la rosa y la corbata, mientras que Suguru era su complemento en un  traje negro con corbata y rosa Blanca. Rika se veía hermosa, sino fuera porque ella tenía ojos de prisionero al igual que su novio. Nadie quería en este matrimonio casarse, pero habían nacido en cuerpos que debían cumplir con el equilibrio del mundo.


La ceremonia parecía tan distante para el pelinegro, sus ojos solo podían ver como su hechicero, su amigo, su vida se veía arrebatador. Nadie dijo nada cuando vieron que mientras Gojo decía acepto Geto tomaba su mano repitiendo ese "Acepto" mientras compartían esa complice acción ocurría algo similar entre Amanai y Misato Kuroi. 

No hubo un beso que sellar el pacto de vida, porque ambos sabían que esto iba por un camino de una sola dirección, pero si hubieron lágrimas. Nadie había visto novios más tristes.

- Podrían simplemente haberlo hecho por inseminación artificial, no? - Susurró Yuuji a Nobara.

- No, el clan tiene un ritual y debe cumplirse, sino no heredará los ojos.... - La chica apreto los puños - No quisiera ser Suguru en este momento - 


Octubre 31, 23:00 hrs - La noche del pacto

Muchos sellos y barreras se ponían sobre la casa que sería el lugar donde se engendraría el sucesor del clan. Toda la burocracia que ameritaba y en un rincón en el tejado estaba un pelinegro mirando el cielo que se nublaba.

- Por favor, odia cada centímetro de su piel - Musitó bajo mientras una lágrima corría por su mejilla - Querías un hijo después de todo...no, mi amor? - 

El pecho se estrujaba mientras una risa desganada le abandonaba el cuerpo, como si se tratara del universo riéndose de su situación, de tener que soportar amar a alguien que no le podría pertenecer nunca al complejo y que ahora tendría un lazo eterno con otro...

- Me amarás después de esto.... - Musitó la pregunta al aire, y entonces una mano cegó sus ojos.

- Te amaré después de esto....te amaré incluso por esto.... - Sintió como la frente del peliblanco se apoyaba en su hombro - Amarás a ese hijo que no será nuestro - 

- Lo amaré...porque será tuyo - Musito con la voz entrecortada - Y quiero amar todo de ti, esta vez de la manera correcta - 


Noviembre 1, 00:00 - La consumación 

Alguna vez les ha faltado el aire por mucho que respiran? Eso pasaba en estos momentos con Suguru, mientras por más que quisiera arrancarse los oídos podía escuchar los quejidos sexuales que provenían del pecho de Amanai mientras Satoru se introducía entre sus muslos. Rasgo sus brazos, mordió su labio, pero ningún dolor físico le estaba haciendo competencia a su corazón.

No quería, pero Gojo se lo pidió expresamente y estaba dando resultado, estaban compartiendo el dolor. Ya que pese a que el pelinegro debía cumplir como hombre no estaba disfrutando el sexo y trataba de ir lo más rápido que podía para terminar pronto con el sello en el vientre de la chica, para saber que estaba hecho y que podría alejarse de ese cuerpo e ir a los brazos de quien realmente quería estar.

El vientre de Rika brilló y apareció una pequeña marca que consolidaba la concepción. Se alejó, pero en vez de una muestra de pleno orgasmo, sus ojos estaban llenos de lágrimas, como si hubiera sido él a quien profanaron por la fuerza. Dejo la habitación en bata, y nadie le impuso volver a los apocentos nupciales. Solo una persona avanzó rauda en contra de su dirección a los brazos de Rika y era Kuroi, la chica lloraba quizás tanto como la misma Amanai.

Justo donde le había dicho que esperase sobre el tejado estaba un Suguru quien se veía destruido, pero luchaba con darle su mejor cara. 

- No la bese.... - Musitó el peliblanco rompiendo su voz - Jamás...la besé. Pueden obtener todo de mi, pero quiero darte mis labios hoy....sino son tuyos, no serán de nadie - 


Eso terminó por quebrar a ambos mientras se abrazaban buscando fuerza en ambos corazones para superar el dolor de haber mancillado su relación.


Agosto 2 del siguiente año

El bebé había nacido prematuro, pero fuerte. Todo el proceso de gestación Suguru lo vivió algo al margen, pero desde que el niño nació había terminado por ceder, había vuelto a sonreir y actualmente todos vivían en la misma casa, encubriendo el matrimonio falso.


Octubre 31, 10 años despúes:


- Papá Suguru, por qué en esta fecha te gusta irte de casa a pasar la noche fuera? - El niño de ojos zafiro de cierta manera había terminado siendo una copia de ambos, su pelo era liso, pero blanquecino y su semblante se parecía más a Geto que a Gojo.


- Hay cosas que el corazón recuerda con demasiada intensidad.... - 

Suguru no podía decir que en una fecha como hoy había sido concebido su dolor y su más grande amor después de su querido Satoru. El hijo que juntos no tenían, pero que sentía suyo.

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