Un meso en la mano, es la manera mas tímida de decir "Te amo"
Estábamos a punto de salir, ella esperaba que abriera la puerta, en vez de esto la puse espalda a la pared y me la quede mirando. Puse mi mano en su mejilla y con el pulgar en la barbilla separé sus labios. Ella no tenía ganas de detenerme, lo supe desde que vi sus ojos. Me acerqué, estaba dispuesta a robar ese beso, ella cerro sus ojos, yo los míos.
Me acerque hasta casi rosar sus labios, sentí su aliento cálido sobre mis labios. Me detuve.
Ella me miro desconcertada - Qué pasa? - La jalé hacía mi tomándola por la cintura para poder abrir la puerta y así, susurrarle.
- No. Si te beso ahora no volveré a verte...-
Después de eso salí por la puerta esperandola. Ella seguía con su mirada confundida, yo le sonreí y le ofrecí mi mano. La tomo aun sin entender.
- Sigue siendo todo confuso conmigo...descuida -
- Deberías haberlo echo, yo quería que lo hicieras.. -
- Sabes... - Suspiré - Si algo aprendí de ti...es que amas más lo que no obtienes que lo que llegas a tener, es que lo idealizas demasiado...-
Me soltó la mano enojada y me hizo un desprecio. Yo sólo me reí un poco.
- Y yo soy de las que les gusta conquistar, pero no sabe que hacer cuando la persona me responde...somos la pregunta que sólo plantea otra duda...por eso...me volverás a tomar la mano, no? -
Extendí mi mano y ella la tomo con una sonrisa.
- No te cansas de hacer esto? -
- No me odias porque tu orgullo sigue perdonándome? -
- No sé porque pasa eso... -
- Por qué tomas mi mano ahora? -
- No sé -
- Por qué te enojas con ciertas personas...en fin, no necesito respuestas...no me hagas preguntas -
Cuando llego la hora de despedirnos, me puse en frente y tome su mano.
- Pensandolo mejor si voy a darte un beso -
Me miró desconcertada, entonces le bese el dorso de la mano y ella se enrojeció. No la deje decir algo, y empecé a caminar. Cuando me despido de alguien no suelo mirar hacia atrás...se me hace extraño...como tampoco me gusta decir adiós.
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